Te levantas por la mañana, das un respiro por un nuevo día, miras al techo y después buscas tu celular. Checas tus notificaciones en cada una de tus aplicaciones dentro de las cuales se encuentra tu correo electrónico. Dentro de tus correos se encuentra uno que menciona eres acreedor o acreedora a estudiar en una universidad internacional. Te emocionas, pero… ¿sientes que no te la puedes creer y que algo puede llegar a pasar desde el momento que abriste tu correo al día en el cual aceptes el reto de ir a otro país? Esto se conoce como el síndrome del impostor. La escuela de Negocios de Harvard describe este síndrome como “una colección de sentimientos de insuficiencia que persisten incluso con éxito evidente” [1].

Te parecerá curioso, pero este síndrome afecta a la mayoría de las personas, desde estudiantes hasta competidores olímpicos. De acuerdo con la revista Forbes y el estudio llevado a cabo por Monneypenny [2], la mayoría de los estadounidenses que experimenta el síndrome se encuentra entre los rangos de edades 18-24 (46%). A su vez, otro estudio en UK demostró que 90% de las mujeres experimentaban sentimientos relacionados al síndrome más frecuentemente que los hombres (80%) en el espacio de trabajo [3]. Pero ¿Cuáles son estos sentimientos? Descubre si tienes alguno: Ansiedad, dudas de ti mismo/a y tus capacidades, tienes miedo al fracaso, te sientes culpable de tus logros, o sientes algo completamente diferente como hacer todo lo posible para sentirte ser el/la mejor en todo o sentirte especial. Si experimentas dos o más de los anteriores, tienes el síndrome del impostor.

No importando el motivo por el cual desarrollaste este síndrome, el cual puede tener varias raíces [4, 5, 6, 7, 8], te quiero decir que cada uno tiene su propia manera de lidiar con él. No hay una receta o protocolo que te asegure que te podrás sentir mejor si lo sigues al pie de la letra, pero sí te puedo decir que si lo trabajas, poco a poco lo aceptarás e incluso agradecerás tenerlo. ¿Por qué? Déjame contarte. De acuerdo con un artículo de Forbes [2], las personas con este síndrome desarrollan las siguientes habilidades:

• Mejoramiento de interacciones interpersonales
• Mayor dedicación y determinación en el espacio laboral
• Mejor resolución de problemas
• Continuo mejoramiento de uno mismo/a
• Control sobre el ego; mayor apertura a otras oportunidades

Así que aquí te escribo algunos tips que puedes utilizar para poder trabajar mejor tu síndrome y salir adelante en cada uno de tus proyectos.

Tips para controlar mejor tu síndrome del impostor y sacar el mejor provecho:

• Aprecia tus logros, por muy pequeños que sean. ¿Lograste terminar una tarea o terminaste de leer un artículo? Toma un momento para apreciar el tiempo que tomaste para lograrlo, respira hondo, y premia tu esfuerzo. Toma una ducha, come en tu cafetería favorita, ve una película. Esto reforzará tu apreciación por ti mismo/a.
• Enfrenta y has consciente tu “overthinking” o tus cavilaciones. Tener ese ruido de fondo en tu cabeza que no te deja dormir y solo te genera más estrés tiene que ser enfrentado. Con esto me refiero a que reflexiones profundamente y con la mayor objetividad acerca de lo que te está haciendo cavilar. Todo tiene que ver con el futuro y lo que “podría pasar”, pero… no puedes controlar el futuro. Controlas lo que haces hoy, en el presente. ¿No conseguiste el resultado esperado? Intenta otra solución la próxima vez. ¿No le gustó a tu jefe tu trabajo? Pregúntale que puedes mejorar y así trabajar en ello. Siempre piensa en lo que tienes hoy y con lo que cuentas ahora mismo, no lo que “podría pasar”; sé absolutamente honesto/a contigo mismo/a acerca de lo que en verdad puedas lograr.
• Genera un círculo de confianza con tus personas más cercanas. Seamos honestos, todos merecemos una palmada en la espalda que valide nuestros logros o que nos haga sentir que podemos. Amigos y familia pueden ayudarte. Cuéntale a tu mejor amigo/a acerca de lo que has logrado o lo que intentas lograr. Si en verdad te aprecia, verás que te dará su validación o algún consejo para que puedas lograr tu objetivo. Recuerda, no estás solo/a.

Estos son algunos consejos que me han ayudado en mi camino académico para que mi síndrome no sea un impedimento para lograr mis objetivos. Recuerda siempre que cada uno tiene su propia manera de lidiar con sus problemas; no te compares con los logros de los demás. Tú tienes tu propio camino diferente al de los demás; tu realidad hará que solo sepas tú cuáles son las mejores maneras para mejorar y sacar el mejor provecho de tu síndrome.

Michelle Obama dijo lo siguiente: “Todavía tengo un pequeño síndrome del impostor… No desaparece, esa sensación de que no debes tomarte tan en serio. ¿Qué sé yo? Te lo comparto porque todos tenemos dudas sobre nuestras capacidades, sobre nuestro poder y cuál es ese poder.”

Conócete a ti mismo/a y acepta tus deficiencias, así como tus habilidades. Y nunca te rindas; no dejes de mejorar cada día. Verás que, con aceptar tu manera de ser, tendrás una mejor idea de lo que puedes hacer para lograr tus objetivos y superar los retos que se te presenten día a día.